José Adolfo's POV: Nos conocimos en 2012 en la universidad y desde el primer día llamó mi atención. Pero no fue hasta un día que estábamos en break entre clases hablando en grupo, y sentí que los sonidos se volvieron murmullos y no pude quitarle la vista a su sonrisa. Ese fue el día que dije “Ok, ella me gusta”. Pocos días después le dije a mis amigos “Esa es la mía”. Pasé a ser su mejor amigo por varios años, hacíamos todo juntos, y cada vez me gustaba más y más. Luego de varias declaraciones de amor y un LARGO cortejo, aquí estamos hoy, muchos años después, anticipando nuestra boda. Listo para marcar el 17 de febrero como mi día favorito del año, el día que me caso con el amor de mi vida. Priscilla's POV: Conocí a José Adolfo en nuestro primer semestre de la universidad. Comenzamos a acercarnos al formar parte del mismo grupo de estudio, desde el primer día fue una persona sumamente detallista y observadora. Recuerdo el primer regalito que me hizo, un Snickers, porque me escucho mencionar que era mi chocolate favorito. Pronto nos volvimos inseparables y hacíamos todo juntos, José Adolfo siempre lograba hacerme reír y hacía que los días largos se sintieran más ligeros. Poco a poco (algunos dirán que demasiado lento), nos fuimos acercando más y me di cuenta de lo feliz que me hacía estar con el. Hoy me siento muy afortunada de haberme enamorado de mi mejor amigo, y que el 17 de febrero embarcaremos en la aventura más linda que puedo imaginarme: una vida juntos llena de sonrisas y amor.

José Adolfo's POV Se me ocurrió la idea de pedirle que se casara conmigo en la nieve, su ambiente favorito. El 2 de marzo del 2023 en la mañana, le avisé a todo el crew (obviamente menos a Priscilla) lo que iba a pasar, y par de horas antes me separé de ellos por unos minutos con JJ (shoutout) para juntarme con los fotógrafos y ver el spot: era perfecto. Todo el tiempo, anticipando lo que iba a pasar, traté de disimular lo nervioso que estaba. Después del almuerzo, JJ sale primero y esquía hacia el punto que hablamos. Priscilla me sigue y parte de la familia detrás de nosotros también. Todos se frenan detrás de un letrero (donde estaban los fotógrafos escondidos) y yo sigo unos metros para alejarme de los demás. Ya sabía yo que no le gustaría salir en las fotos con todo el equipo de esquiar puesto, entonces ahí me quito el casco, los guantes y los skis, y le pido que haga lo mismo para tirarnos un selfie. Obstáculo #1: Priscilla solo se quita los goggles y un pie de la tabla de snowboard. Ahí le digo que por favor se quite todo para que la foto quede bien. Obstáculo #2: Priscilla se quita un guante y ve que el grupo se queda atrás mirándonos y me pregunta por qué. Le digo que no sé, y que no importa, pero que por favor se quitara todo para tirarnos el selfie antes de que bajen. Obstáculo #3: me dice que no se quiere quitar todo porque se lo acaba de poner segundos antes en el break de comida. Ya desesperado y sin saber qué más decirle, le dije “Que te lo quites to’ que me quiero casar contigo!”. Ahí procedo a sacar una cajita negra del jacket y cuando levanto la cabeza lo que veo es la cara de Priscilla con los ojos abiertos como dos bolas de nieve, la boca abierta y el casco y los guantes volando en el aire. Luego nuestras mentes se pusieron en blanco. Ni Priscilla ni yo nos acordamos si le pregunté que se casara conmigo ni si ella me dijo que sí, solo sabemos que se puso el anillo y las fotos lo prueban (lo tomamos como un sí). Al final de todo bajamos a la base y nos unimos con el grupo que no estaba esquiando. Momento inolvidable con personas especiales. Hoy por hoy, el mejor viaje de mi vida. Priscilla's POV El jueves 2 de Marzo comenzó como cualquier otro día. Esquiamos toda la mañana y luego almorzamos en el lodge de la montaña donde noté algunas cosas inusuales. Primero, José Adolfo no tenía hambre (aquellos que lo conocen saben que eso no pasa), y segundo, el grupo estaba con una gran presión de tiempo… Lo que yo no sabía es que nos esperaban los fotógrafos y comenzaba a rodar la hora del contrato. Luego que estamos esquiando José Adolfo se para a un lado para tirarnos una foto e insiste en que me quite el snowboard y el casco. Traté de quedarme con el equipo puesto pero seguía insistiendo. Finalmente me quité la tabla pero en eso me doy cuenta que el grupo completo está un poco más arriba en la montaña y yo estaba tratando de descifrar por qué no estaban con nosotros; si faltaba alguien, algún perdido/herido, o si estaban todos bien… distraída y mirando a otro lado sólo escucho “quítatelo to’ que me quiero casar contigo!” y al voltearme veo a José Adolfo arrodillado con la cajita y el anillo en mano. Efectivamente tiré todo al aire. No recuerdo haber dicho que sí porque estaba muy emocionada y feliz, pero me puse mi anillo y entiendo que eso responde por mí. Ambos con unas sonrisotas nos tiraron nuestras fotos (anexadas en la galería) y luego nos reunimos con el resto del grupo en la base. Así, el 2 de Marzo del 2023 pasó a ser uno de los días más lindos, y este viaje de esquí, inolvidable.