Desde pequeño he amado la música, siento que es mi cielo a la tierra en donde la tristeza se va, la ansiedad se detiene y puedo volver en sí, la creatividad fluye y la paz que trae es invaluable. Te conocí en búsqueda de entonar la mejor canción, quería que fueras mi maestra de cantos para así conocer más de la música, lo que siempre me apasionaba, lo que amaba. Y justo ahí la música retumbó mi corazón y sin darme cuenta el eco de tu voz era lo único que en mi ser resonó. Luego intenté buscar diferencias entre mi pasión, que es la música y tú, y tras varios intentos fallidos comprendí que diferencias no existían. La música en momentos alegres siempre te acompaña, sin duda te define. En momentos felices, te motiva. Claramente, eres tú. Y en intermedios, también está. No digo más, esa eres tú. La música necesita amigos que la acompañen, que formen acordes y que fluyan para sentir el poder tan penetrador que solo ella puede causar. Sin duda, quiero ser quien te ayude a formar los acordes y así disfrutar del poder tan penetrador que cada día tienes en mi. Isabel, Quizás para muchos eres la mejor escritora o intérprete. Quizás para otros eres la más risueña, cortés y servicial. Pero para mi, eres el regalo que no necesito dejar en casa o disfrutar por solo minutos, porque siempre te traigo conmigo en mi corazón. Gracias, porque paradójicamente te convertiste en la música que mi corazón necesitaba…